Resulta que une más lo que odias que lo que amas.
O por lo menos así dice un estudio de 2006 de la Universidad de Oklahoma y de Austin que me sorprendió porque yo creía totalmente lo contrario. Según los investigadores, compartir sentimientos u opiniones negativas hacia alguien fomenta la proximidad entre dos personas.
Comparte tus pasiones y también tus odios…
Cuando estás hablando con un desconocido, descubrir que tenéis en común una opinión negativa sobre otra persona incrementa las posibilidades de que os gustéis, en comparación con daros cuenta de que compartís una afición u opinión positiva. Eso es también aplicable a compartir el desagrado por cosas que no sean personas, como aficiones, comidas o películas, por ejemplo.
Muchas personas creen que deben mostrarse tremendamente joviales y sonrientes al conocer a alguien, hablar tan sólo de cosas sin importancia y que no generen discusión, y en general buscar siempre puntos positivos en común.
Pero la realidad es que encontrar odios conjuntos ayuda a caer mejor y seducir porque establece sentimientos de pertenencia al mismo grupo, sube la autoestima y proporciona mucha información sobre ambos interlocutores. Por lo tanto, parece ser una estrategia muy válida en el terreno de las relaciones sociales.
…pero no te conviertas en un cenizo
Como casi todas las herramientas de las habilidades sociales debes ir con cuidado de no excederte en su uso o de lo contrario correrás el riesgo de parecer una persona celosa e insatisfecha. Mi recomendación es que al conocer a alguien entables una conversación alegre desde el principio pero que, de forma divertida, añadas elementos que rompan el tono plano y optimista del diálogo.
Una forma de hacerlo sería encontrando algún personaje público o comportamiento habitual de las personas con el que sea fácil hacer broma. Pero de entrada intenta evitar tocar temas que puedan generar mucha carga emocional como p0lítica, religión u otras creencias. Si ves que tu interlocutor varía su lenguaje corporal y se pone serio, no sigas por ese camino y cambia de tema.
Aunque lo lógico sería pensar que encontrar vínculos positivos en común ayuda a gustarse y atraerse porque tú y tu interlocutor os estaréis situando en un entorno de emociones positivas y optimismo, la realidad es que parece que compartir opiniones negativas es más efectivo.
Veritux dice
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Anibal Orta dice
Es muy interesante este escuchar lo que nos pasa a nosotros en la vida diaria no sabemos escuchar
Diana Garcés dice
Vaya estudio, no lo hubiese imaginado, la verdad. Aunque te diré que a mi particularmente me repela bastante cuando alguien se pone en el plan de ser negativo o habla mal de alguien o algo. Obviamente hay excepciones pero no me gusta rodearme de gente quejumbrosa 😉
Pau Navarro dice
¡Hola Diana! A mí también me sorprendió, pero creo que no se refiere a que haya una persona quejándose y la otra sólo escuchando, sino a que los dos se quejen a la vez. Es ahí cuando parece que se crean los mayores vínculos; es como darse cuenta de repente de que existe un enemigo común. Y nada une más que un enemigo común 😉
¡Un abrazo fuerte!
Diana Garcés dice
jajaja siii lo entendí, terrible, pero es verdad 😀